En el mundo moderno hay una gran variedad de tipos de pago disponibles para complacer a los clientes y mover el dinero rápidamente en tus cuentas. Aunque algunos métodos cobran una pequeña comisión, las ventajas del tipo de pago pueden compensar los costes. Para optimizar tus beneficios, considera qué tipos de pago son los más rentables para tu negocio.
Afortunadamente, las startups de fintech (y algunas empresas ya establecidas) han estado desarrollando plataformas y servicios para que el envío de dinero de un individuo a otro sea más barato y rápido. Un ejemplo de ello es Avantpay, perfecta para aceptar pagos en línea. Claro, dependiendo de si se envía dinero a nivel nacional o internacional y del país al que se envíe, el mejor servicio puede variar, aunque Avantpay se acomoda bastante bien. También variará en función de las cuentas bancarias (si las hay) que tengas tú y el destinatario.
Hablemos del efectivo
El dinero en efectivo es el único pago que es libre de aceptar, pero viene con algunas limitaciones severas. Mucha gente no lleva dinero en efectivo y no se puede aceptar efectivo para las transacciones de un sitio web.
Además de los inconvenientes inherentes al efectivo, hay que llevarlo al banco y depositarlo en tu cuenta. Si piensas guardar mucho dinero en efectivo en el local, es buena idea invertir en una caja fuerte. Y lo que es más importante, numerosos estudios explican que los consumidores tienden a gastar más cuando utilizan tarjetas de crédito, y como propietario de un negocio, tienes que aprovechar ese potencial de ingresos extra.
Si estás pensando en aceptar sólo efectivo, considera cuidadosamente si esa opción es viable para tus clientes y calcula cómo puede afectar a tu flujo de ingresos. Si quieres animar a los clientes a pagar en efectivo, considera la posibilidad de ofrecer un descuento. Lo ideal es asegurarte de que el descuento sea inferior a las tasas que pagas por procesar cheques o tarjetas de crédito, o no ahorrarás.
¿Y los pagos en línea?
Si facturas a tus clientes por tus productos o servicios, considera la posibilidad de trasladar todo el proceso a Internet. En lugar de enviar una factura en papel por correo postal, crea una factura en línea y envíala a la cuenta de correo electrónico de tu cliente. Cuando tus clientes reciban la factura, seleccionan Pagar y siguen las indicaciones para pagar con tarjeta de crédito u otros pagos que aceptes.
En el pasado, abrir una cuenta comercial para poder procesar tarjetas de crédito era caro y a menudo estaba reservado a las grandes empresas. Ahora el servicio está muy extendido y es bastante asequible. En muchos casos, simplemente se paga una pequeña tasa por transacción, así como un porcentaje muy pequeño de la venta. Las pequeñas comisiones por transacción hacen que no tengas que preocuparte por procesar un volumen determinado de pagos. Tanto si aceptas cientos de pagos al día como un par de pagos en línea al mes, este tipo de servicio puede funcionar para ti perfectamente.